
La cabeza del decapitado ya sólo era una masa informe en descomposición, aún así decidieron conectarla a los lentes-matrix para ver qué podían obtener.
Pasado un momento, la pantallita de control dio muestras de actividad y las letras holográficas comenzaron a aparecer en cascada, luminosas, repitiendo un único mensaje:
De qué sirve estar tan lleno de vida,
si vives rodeado de muerte todo el día.
De qué sirve estar tan lleno de vida,
si vives rodeado de muerte todo el día.
De qué sirve estar…
Después, la señal de sus ojos se fue apagando lentamente.
Poco antes de dejar de mirar la escena, la poesía y el horror del momento me hicieron tomar esta foto…
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Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, 20 de julio de 2012
(Fecha original de publicación de este post: 21 de febrero de 2010)
¿Y de que sirve estar lleno de vida para trabajar a favor de la muerte?
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