La Tercera Guerra Mundial será una ciberguerra con consecuencias indescriptibles

El paralizante y devastador ciberataque al Banco Central de Lesotho sirve como un recordatorio mortal de que este tipo de ataques ya no pertenecen al ámbito de la ciencia ficción.

La ciberguerra, en comparación con la guerra tradicional, está en marcha; un preludio a una guerra a gran escala que implica armas codificadas por computadora que no pueden rastrearse, verse ni oírse.

Se libraron dos guerras mundiales con tanques, aviones, barcos y bombas. La próxima guerra mundial, a la que nos dirigimos, será testigo de combates que tienen el potencial de destruir a la humanidad a gran escala, trascendiendo fronteras.

El software reemplazará al sonar, el algoritmo reemplazará al radar, los virus reemplazarán a los vehículos, los códigos binarios reemplazarán a las balas y las bombas y la inteligencia artificial reemplazará a los soldados de combate.

Las implicaciones geopolíticas de este tipo de combate impulsarán el equilibrio de poder a una nueva dimensión. El vencedor gobernará el mundo y los perdedores serán vencidos y sumidos en la esclavitud política. Este tipo de ataque puede ser brutal, anónimo y devastador.

La guerra cibernética tiene el potencial de generar un desperdicio económico para cualquier nación. Puede obligar a las naciones muy avanzadas a atacar cada sombra digital, mientras que los atacantes pueden cooptar los recursos de la nación defensora para multiplicar por la fuerza sus ataques.

Por primera vez en la historia de la humanidad, las leyes y acuerdos para codificar y restringir los métodos de guerra quedarán obsoletos ya que el atacante no podrá ser visto ni identificado.

A diferencia de un arma nuclear, el número de muertos por la mayoría de los ciberataques sería más lento. La gente moriría por falta de energía para calentar, así como por accidentes resultantes de semáforos y sistemas de carreteras corruptos.

Un ciberataque a una central nuclear podría provocar un suceso similar al incidente de Chernóbil que mató a 50 civiles, obligó a la evacuación de unas 120.000 personas e irradió la zona. Podría durar siglos.

La guerra cibernética es un arma grave de destrucción masiva que queda fuera del ámbito de todo tratado de control de armas. Un ataque podría ocurrir por error o mal funcionamiento electrónico.

FUENTE

https://www.msn.com/

Deja un comentario