Teoría sobre los NPC. Inhibición del diálogo interno como deshumanización

Les invito a una reflexión sobre este acrónimo inglés: NPC (Non-player Character).

La acepción de NPC en las discusiones de internet es que la vida es como un videojuego donde los personajes son jugadores (seres conscientes) o NPCs (bots sin alma). El término aparece expuesto con humor que ridiculiza el comportamiento gregario de las masas politizadas frente a los despiertos que mantienen el control de su mente/cuerpo. La dicotomía hombre-NPC como visión cómica caracterizó los años 20-22 en el periodo de pandemia global declarada por la OMS. Borregos embozalados vs disidentes. Los que se encerraban y aplaudían contra los que eran perseguidos y amedrentados. Los que se pincharon veneno por miedo o estupidez contra los purasangres.

Vale, hasta aquí no he escrito nada original. Esta línea humorística es elocuente, pero el asunto es, ¿cómo se crea un NPC? ¿Qué lleva a un humano pensar como NPC? Pensar, no actuar, ya que un humano consciente puede ser cobarde y actuar obedeciendo a los obscuros, camuflandose como NPC (perfl bajo, ¿garantía de supervivencia?)

Se ha teorizado sobre el diálogo interno como vector de conciencia. Un NPC tendría voz interior enlatada, como un lorito repitiendo consignas. El NPC cuenta con algoritmos de decisión básicos. Reacciona a estímulos ejecutando su programa interno, que se actualiza con servidores centrales del establishment-massmierda-nwo

Creo que el fenómeno es observable, aunque el modelo NPC es simplista. ¿Un hombre nacería NPC o le lavarían el cerebro para ser NPC? ¿Es 100 % NPC reaccionando de manera preprogramada al 100% de estímulos? Aquí es donde falla el modelo, que queda en una chiquillada graciosa de internec

Por otro lado, surge la idea de inhibir el diálogo interno como forma de control mental

Marchas militares. Un, dos, un dos. Cantando durante el camino para no pensar.
Algunos duermen con la radio puesta escuchando voces, para no pensar.
Muchos se distraen por las noches con la pantalla, para no pensar
¿y sus voces? ¿Cada cuánto las escuchan? ¿¡Qué tienen que decirles!?