
NO SE PODÍA SABER: Al menos 55 elementos químicos no declarados encontrados en los «jeringazos»
Las vacunas experimentales supuestamente inventadas para combatir el COVID-19 se impusieron coercitivamente a la población mundial a partir de finales de 2020. Han precipitado innumerables y variadas afecciones que van de leves a letales. Este aumento de los trastornos de salud y las muertes súbitas comenzó a manifestarse de forma concomitante con el número de personas inoculadas y las dosis administradas por persona. A finales de 2023, se habían detectado 24 elementos químicos no declarados mediante Microscopía Electrónica de Barrido Acoplada con Espectroscopía de Rayos X de Energía Dispersiva (SEM-EDX), en las vacunas COVID-19 de las diferentes marcas, por varios grupos de investigación de distintos países del mundo.
En el presente artículo, informamos de los resultados de laboratorio obtenidos mediante Espectrometría de Masas con Plasma Acoplado Inductivamente (ICP-MS) de alta precisión, que confirman y amplían los resultados anteriores por SEM-EDX. Para ello, se analizó el contenido de viales de diferentes lotes de las marcas AstraZeneca/Oxford, CanSino Biologics, Pfizer/BioNTech, Sinopharm, Moderna y Sputnik V. Entre los elementos químicos no declarados se detectaron 11 de los 15 lantánidos citotóxicos utilizados en dispositivos electrónicos y optogenética.
Además, entre los elementos no declarados estaban los 11 metales pesados: el cromo se encontró en el 100% de las muestras; el arsénico, en el 82%; el níquel, en el 59%; el cobalto y el cobre, en el 47%; el estaño, en el 35%; el cadmio, el plomo y el manganeso, en el 18%; y el mercurio, en el 6%. En total, se encontraron 55 elementos químicos no declarados y se cuantificaron con ICP-MS. Combinando estos hallazgos con los resultados de SEM-EDX, se han encontrado en total 62 elementos químicos no declarados en los distintos productos.
En todas las marcas, encontramos boro, calcio, titanio, aluminio, arsénico, níquel, cromo, cobre, galio, estroncio, niobio, molibdeno, bario y hafnio. Con ICP-MS, comprobamos que el contenido de las muestras es heterogéneo, la composición elemental varía en diferentes alícuotas extraídas del mismo vial.
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