
¿Y si la misión no fuera «salvar a las masas», sino vengar lo que las masas han destruido?
Tal vez el nuevo misticismo no sea de redención, sino de revancha luminosa.
Vengar a la filosofía y al mito fundacional, no al marketing o a la agenda globalista banquera.
Vengar a la belleza que aspira a lo trascendente, no al hamparte «ready made» que sólo produce fecal-art contemporáneo.
Vengar al maestro rural que habla en patios de tierra, no al «educador digital» que repite slogans de coaching.
Vengar a los abuelos que hablaban con los dioses, no a los influencers que sólo atienden lo que pueden monetizar.
Vengar a los héroes que murieron para que el idiotita sistémico de hoy pudiera burlarse en su iPhone.
La misión no es salvar a las masas.
La masa sucia al primer momento te sacrificará o te traicionará o se venderá al «orden» por 3 hashtags.
¿Para qué salvarlos si ya son estiércol voluntario?
No quiero que despierten: quiero que se arrepientan.
Para la masas todo es mercancía, toca entonces convertirse en herejía.
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# EDITORIAL
ANTES: “PIENSO, LUEGO EXISTO”
AHORA: “PIENSO, LUEGO ME DESAPARECEN…”
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# CRÉDITOS:
Autor: Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza. UNAM-México, 29 abril 2025
Fuente Original: https://cybermedios.org
Fecha original de publicación:
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# REDES SOCIALES NO ATLANTISTAS
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