
A todos los lectores, haters, bots institucionales, algoritmos bienpensantes y futuros arqueólogos de internet:
Este blog, desde su primer texto hasta el último que se escriba aquí, debe ser leído como lo que es: un ejercicio de libertad creativa, crítica salvaje y experimentación narrativa. Las entradas publicadas anteriormente y las que vendrán no son reportajes, ni tratados, ni sermones: son textos cargados de ficción, sátira, imaginación desbordada y pensamiento a contracorriente.
Así que, a partir de hoy —y con carácter retroactivo sobre todo lo publicado anteriormente, en los últimos 20 años—, se establece la siguiente cláusula editorial permanente:
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Este blog se acoge a las siguientes disposiciones legales:
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Artículo 6° y 7° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
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Artículo 1° (bloque de constitucionalidad que integra tratados de derechos humanos)
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Artículo 13 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José)
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Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
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Jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en materia de libertad de expresión, sátira y crítica
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Todo el contenido aquí publicado —pasado, presente y futuro— está protegido bajo estas disposiciones como expresión creativa, crítica y paródica.

