
Hace 125 años no tenías que pedir permiso al gobierno para:
Recoger agua de lluvia, tener una propiedad, emprender un negocio, conducir un coche, construir una casa, casarte, poseer un arma, vender productos, protestar, cultivar tus alimentos.
No puedes hacer prácticamente nada sin ser extorsionado por el gobierno y obtener primero su permiso.
Si todavía crees que eres libre, te estás engañando. Solo eres un ser humano en libertad que vive en una granja de impuestos.
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