
Supuestamente Meta entrenó su modelo de IA, Llama 3, utilizando millones de libros pirateados de bibliotecas paralelas como LibGen y Anna’s Archive sin compensar a los autores ni a los editores.
Los documentos judiciales muestran que los ejecutivos de Meta priorizaron los libros sobre los datos web; un correo electrónico decía: «Los libros son en realidad más importantes que los datos web».
Se encontraron obras de destacados escritores australianos, incluidos Sophie Cunningham, Hannah Kent y Tim Winton, en la base de datos de LibGen, supuestamente utilizada por Meta para el desarrollo de IA.
Los escritores expresaron su indignación por el uso no autorizado. Cunningham lo calificó de explotación y Kent lo describió como un «saqueo» de su obra. Ambos están considerando medidas legales.
Los críticos argumentan que las acciones de Meta resaltan prácticas de entrenamiento de inteligencia artificial poco éticas, explotando material con derechos de autor a pesar de sus ingresos de $ 164 mil millones, lo que genera preocupaciones sobre una compensación justa para los creadores.
El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, se enfrenta a nuevas acusaciones de que su empresa utilizó deliberadamente millones de libros pirateados de conocidas bibliotecas clandestinas, como LibGen y Anna’s Archive, para entrenar su modelo avanzado de inteligencia artificial (IA), Llama 3 , sin compensar a los autores ni a las editoriales.
Según documentos judiciales, los ejecutivos de Meta hablaron abiertamente de su necesidad de contenido literario de alta calidad, e incluso un correo electrónico condenatorio afirmaba: «Los libros son, de hecho, más importantes que los datos web». En lugar de licenciar el material legalmente, la empresa supuestamente recurrió a sitios de piratería que albergaban grandes cantidades de obras robadas, incluyendo artículos académicos y novelas.
El 20 de marzo, la revista estadounidense The Atlantic publicó una herramienta que permite al público consultar por primera vez la base de datos de LibGen . La investigación identificó obras de destacados autores australianos, como Charlotte Wood, Alexis Wright, Tim Winton, Helen Garner y Sophie Cunningham, entre los materiales presuntamente utilizados por Meta para desarrollar sus sistemas de IA.
LibGen, un repositorio digital con más de 7,5 millones de libros pirateados y 81 millones de artículos de investigación, fue, según se informa, una fuente clave para el robo de datos de Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram. Lo mismo ocurrió con Anna’s Archive, otro infame centro de material protegido por derechos de autor.
Todo esto, a pesar de que en 2024 Meta registró unos ingresos asombrosos que superaron los 164 mil millones de dólares y unas ganancias que se acercaron a los 62 mil millones de dólares.
Con tan vastos recursos a su disposición, la empresa sin duda podría compensar a creadores, editores e investigadores de forma justa. Sin embargo, Meta presuntamente optó por explotar su contenido para el entrenamiento de IA sin permiso.
Autores australianos indignados porque Meta usa su trabajo para entrenar IA sin consentimiento
Algunos de los autores más famosos de Australia están furiosos después de descubrir que Meta ha utilizado sus obras protegidas por derechos de autor para desarrollar su plataforma de inteligencia artificial sin su consentimiento.
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