
Massive Attack transforma el escenario en un espejo incómodo: proyectar rostros y nombres no es necesariamente exhibicionismo servil sino un acto pedagógico que obliga al público a verse como dato, como objeto de una máquina que ya nos clasifica fuera del consentimiento informado.
–
BICHUTE
(enlace)
–
ARCHIVE.ORG
https://archive.org/details/el-concierto-que-obliga-al-publico-a-sentir-la-vigilancia-no-consensuada
–
JUDYTUBE (PEOR OPCIÓN)