Como me gusta las expresiones urbanas que buscan problematizar semióticamente al espectador que pasa a su lado.
Un ejemplo es este dibujo anónimo que con trazos muy sencillos y simples es capaz de representar una doble ontología animal.
Lo mejor de todo es que este cachorro-plumífero me ha agarrado mucho afecto y todas las mañanas me da los buenos días y me desea buena suerte.
PD: ¡Ojalá que nunca pinten la barda en donde vive¡
Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, 19 de septiembre de 2008