Las edades socioculturales del software libre

A principios del año siguiente, 2010, el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y el Fondo de Cultura Económica publicarán un libro sobre el tema del software libre.

En él hay un artículo mio titulado: Las edades socioculturales del software libre, donde reflexiono acerca de los cambios que el movimiento y los usuarios han tenido a lo largo de tres etapas de franca influencia sociocultural:

1- La edad del pensamiento contracultural (60s – 1983)
2- La edad de los oligopolios digitales (1983 – 2002)
3- La edad del capitalismo de ficción (2002 – Actualidad)

Si bien por cuestiones editoriales no puedo publicar completo dicho artículo hasta que el libro salga en librerías, sí puedo postear la introducción.

INTRODUCCIÓN

En el año de 1998 se inició en la Internet un movimiento conocido bajo el nombre de Tecnorrealismo, en el cual sus autores manifestaban sus dudas acerca de la visión ciberoptimista que en aquel entonces inundaba a muchos ideólogos y actores sociales de las tecnologías digitales.

Cabe destacar que en esos días era el boom de las empresas punto.com; de la puesta en marcha de políticas de modernización gubernamental por parte de varias naciones y de la lucha entre los sistemas operativos de Microsoft y Apple; dicho ambiente hacia pensar que cualquiera, de la noche a la mañana, podía hacerse rico con una buena idea o cuando menos convertirse en un “intelectual de la tercera cultura” : sólo bastaba defender firmemente que una cuenta de correo electrónico, una conexión a Internet y las grandes empresas digitales cambiarían la vida de las personas para mejor.

Por su parte, a nivel de usos no institucionalizados de la tecnología digital (esto es, no planeados y/o planificados por gobiernos y empresas) era el tiempo de la puesta en marcha de las innovadoras distribuciones Live-CD en la comunidad del software libre; del surgimiento del movimiento hacktivista y su desarrollo de “radical software” para evitar la censura de información en internet ; y del culto a la ciberdelia por parte de revistas new age como Wired y Mondo 2000.

En aquella época parecía que todo proyecto, toda meta, era posible gracias a la Internet y la informática; sin embargo, el asunto no resultó ser más que un momento específico y quizás privilegiado en el desarrollo de las tecnologías digitales, como bien alertaron en su momento los ocho puntos del manifiesto tecnorrealista:

“1- Las tecnologías no son neutrales.
2- Internet es revolucionaria, pero no utópica.
3- El gobierno tiene un importante papel que jugar en la frontera electrónica.
4- La información no es conocimiento.
5- Conectar las escuelas no es la salvación.
6- La información quiere ser protegida.
7- Las ondas son propiedad social: la sociedad debe beneficiarse de su uso.
8- La comprensión de la tecnología debe ser un elemento esencial de la ciudadanía global.”

Más allá del obvio cuestionamiento al carácter ciberoptimista de aquellos días, lo que en términos epistemológicos querían subrayar los ocho puntos del Tecnorrealismo era no olvidar que la ecuación tecnología digital y sociedad debía ser vista y analizada como un proceso dialéctico, cambiante, inscrito en un tiempo-espacio histórico y donde debían evitarse ante todo las ópticas del presente perpetuo y el pensamiento falaz.

Hoy en día dicho principio dialéctico es justo el que queremos retomar para reflexionar sobre la asociación entre el software libre y el escenario socio-cultural que lo contiene.

En tal sentido, este artículo se aleja lo más posible del corpus discursivo tan en boga entre un gran número actores de los medios digitales, los cuales infieren que a “mayores usuarios de software libre, mayores beneficios sociales”; o que el uso generalizado de una aplicación libre y comunitaria da paso, por si misma, a la inteligencia colectiva.

Más que apelar a la ecuación: “software libre determina a la sociedad”, que nos llevaría a reducir el papel de lo social sus aspectos cuantitativos y a inferir que un beneficio potencial es ya un hecho de facto; aquí usaremos la lógica: “la sociedad determina al software libre y el software libre a su vez determina algunos rasgos de la sociedad que lo contiene”.

Así pues, los proyectos, movimientos, desarrollos y uso inteligente de las aplicaciones de software libre para crear no sólo ciudadanos informacionalmente hábiles sino también bien informados, depende del contexto social e histórico en el cual se le examine. Por tanto, en este artículo se proponen al menos tres momentos, tres edades, que han marcado el desarrollo y usos socioculturales del software libre:

1- La edad del pensamiento contracultural (60s – 1983)
2- La edad de los oligopolios digitales (1983 – 2002)
3- La edad del capitalismo de ficción (2002 – Actualidad)

Es claro que dichas edades no deben ser entendidas como meras simplificaciones de un fenómeno extenso y complejo; sino sólo como propuestas primarias para iniciar una discusión más amplia y profunda en los aspectos sociales y culturales del software libre.

Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, 9 de noviembre de 2009

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