Hoy me quiero detener a comentar la película mexicana 2033 (Francisco Laresgoiti, 2009) , la cual ya empieza a ser elevada por muchos críticos como la primera obra cyberpunk del cine mexicano.
INTRODUCCIÓN
Este trabajo es el inicio de una trilogía que esta situada en diferentes años en el México del futuro, lleno de diferencias sociales, militarismo, drogas y deportes que se basan en matar a indigentes sociales.
En este clima, un joven junior se debate en convertirse en el heredero directo de su padastro, un dictador militar que controla todo el país; o encontrar a su padre extraviado, líder de la revolución de los que nada tienen y que por alguna extraña razón está como en estado vegetativo.
Por supuesto, Jordi Mariscal (el guionista de 2033) se siente mejor decidiendo por las fórmulas agotadas del cine mainstream, pues de la noche a la mañana el junior se inclina por el bien, comienza a purificarse y hasta sentir amor por otros; busca a su padre y hace que éste renazca de inmediato de las cenizas para iniciar juntos la batalla por el bien.
¿Puede haber un tono de guión más cristiano y de corte panista que esto?
Es decir, La maldad la genera el poder militar y empresarial, pero también alli, Y SÓLO ALLI, es donde reside la redención del sistema. Por tanto, en un país como éste la patética moraleja, la diégesis que propone 2033, parece ser que hay que esperar más años para que algún día, algún hijo legitimo o bastardo de un narcopolítico o de un empresario depredador se de cuenta del mal y salve a todos sus hermanos.
¿Será el hijo de Slim o el hijo de Felipe Calderón?
¿Y este es el cine que se dice cyberpunk en la trama?
Ojalá despierte pronto el elegido…
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LOS PLAGIOS SE DESVANECEN COMO LÁGRIMAS EN LA LLUVIA
El seudo dilema con 2033 es:
¿Realmente se está ante un parteaguas cinematográfico del cyberpunk, esto, debido a sus altas dosis de originalidad, de propuestas narrativo-visuales?
o
No es más una película oportunista, que retoma muchos elementos cybepunk de otras cintas y que por decreto comercial y elitista se ha elevado a la categoría de film que inaugura todo un género en el país.
En este sentido, la hipótesis es que Laresgoiti dirigió 2033 pensando en que todo su público es vicario, que sólo engulle opciones Cinemark y Cinepolis y que, por tanto, no se dará cuenta de las escenas obvías que plagia de otras cintas que se pueden conseguir por internet.
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ESTÉTICA VISUAL DE LA CIUDAD
Estética cyberpunk de la Ciudad de México en 2033 (2009)
Estética cyberpunk de la ciudad de París en la cinta, Chrysalis (2007)
Nada más que decir acerca de este «homenaje» tan obvío a la cinta Crysalis, sólo basta encerrar la Torre Eiffel en un círculo para que Julien Leclercq (director de Chrysalis) pueda demandar legalmente al estudiante de la UNAM de 21 años, Jhavier Loeza, quien curiosamente sueña, imágina e inventa la Ciudad de México de una forma muy parecida al París del futuro cercano.
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ESTÉTICA VISUAL DE LA PELÍCULA
Pero no sólo es la estética visual de la ciudad la que genera desconfianza en la originalidad de 2033, también existe una estética en el grano blanco y negro en que está hecha toda la cinta que recuerda de inmediato a la estupenda película argentina, La Sonámbula, recuerdos del futuro (Fernando Spiner, 1999).
En La Sonámbula la estética de la cinta es también a blanco y negro y, más importante, utiliza una serie de recursos visuales de gran ingenio para salvar el bajo presupuesto con que fue hecha en su momento: interior de edificios que parecen fábricas abandonadas con ligeros toques futuristas en las escaleras, calles casi desiertas y con adornos muy ligeros en las paredes, iconos, símbolos y tipografía tirados a la moda Bauhaus que de repente aparecen…
Incluso el cartel promocional de 2033 no parece ser más una copia 10 años después al original de La Sonámbula.
Cartel de 2033, rostros a color en las nubes y la ciudad abajo a blanco y negro, donde destaca la Torre Latinoamericana (2009)
Cartel de La Sonambula, rostros a color en las nubes y la ciudad de Buenos Aires abajo a blanco y negro, donde destaca el Obelisco (1999)
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CONCLUSION
Al parecer, en un Estado falllido es muy probable que la mayoría de sus producciones culturales también sean fallidas, pues éstas en gran parte son una prolongación lógica de la falta de honestidad, de propuestas serias y de apropiarse sin dar crédito a lo que otros hacen.
Queda claro que Francisco Laresgoiti tiene una amplia cultura en cine de ciencia ficción y ciberpunk, pero ello no le alcanza para que tenga un estilo propio, probablemente la peor pesadilla de alguien que se dice y se asume como creador.
También queda claro que, basándose en el eje literario del cyberpunk original (William Gibson, Bruce Sterling, John Brunner), narrativamente nunca hay héroes en el género, sin embargo aquí parece incluso haber dos redentores de toda una sociedad reprimida y humillada por el poder.
Esta dislocación del personaje, la tipologia y la tipificación del cyberpunk en 2033, acerca más a a la cinta a ser una nueva versión del mito cristiano, con aderezos cybepunk y sueños panistas, que a una verdadera cinta del género.
¡El género cyberpunk en el cine mexicano todavía está por nacer!
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Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, 26 de marzo de 2017
(Fecha original de publicación de este post: 12 de abril de 2010)
Ya lo veia venir, creo que el cince de ciencia ficción seguira en pañales en nuestro pais hasta que alguien no se atreva a hacer algo mas radical, a mi me gustaria dirigir o crear algun filme que cambie el panorama de la ciencia ficción en méxico
l,,l,
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