La profesora asociada de investigación de la Universidad del Pacífico de Seattle, Amy Roberton, fue la autora principal. W. Tali Hairston, director de organización comunitaria, defensa y desarrollo del Presbiterio de Seattle, fue coautor.

Informa Campusreform.org: Hairston dijo a Campus Reform que aunque las pizarras blancas «no son intrínsecamente racistas», el objeto común de las aulas puede perpetuar el racismo.

«Las pizarras blancas pueden ser racistas al igual que la vivienda, el empleo y los sistemas judiciales contienen prácticas racistas», declaró Hairston.

Según los autores, el papel de la pizarra como centro de atención en el aprendizaje en el aula contribuye a su papel en la discusión y la atención de los estudiantes.

«Nuestros hallazgos apoyan otros estudios que han encontrado que el estudio de la física incluye el racismo y el sexismo», añadió Hairston.

«Las pizarras blancas muestran información escrita para el consumo público; llaman la atención y, en este caso, apoyan el centrado de una representación abstracta y de la persona que está al lado, presentando», argumentan los autores en el estudio. «Colaboran con la cultura organizativa blanca, en la que las ideas y las experiencias adquieren valor (se vuelven más centrales) cuando se escriben».

Según este argumento, cuando los estudiantes utilizan una pizarra blanca para exponer sus trabajos, están llamando la atención sobre sí mismos, lo que puede representar características de «blancura».

La estudiante de la Universidad de Arkansas Whitney Hines, que actualmente está matriculada en cursos de física, dijo a Campus Reform que «la ciencia no está destinada a ser subjetiva».

«No veo cómo un tema objetivo puede ser visto como racista», añadió Hines.

Campus Reform se puso en contacto con la Universidad Seattle Pacific y con Roberton para pedirles comentarios. Este artículo se actualizará en consecuencia.

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FUENTE

Woke University Declares That Whiteboards Are Racist: “They Are Deeply Problematic’