La cultura de la cancelación no es más que un precursor de la violación, la tortura y la muerte del pueblo estadounidense por parte de una furiosa clase baja ayudada e instigada por una clase dirigente multinacional parasitaria.

¿Por qué hay tantos paralelismos entre los antiguos bolcheviques y la izquierda radical de hoy? Si hay algo que no ha cambiado en los 230 años transcurridos desde la Revolución Francesa, es que los movimientos de extrema izquierda no pueden cumplir sus promesas. Hay una razón por la que los izquierdistas de Internet tienen que recurrir a la humillante cantinela de «el verdadero comunismo nunca se ha probado».

Las organizaciones de izquierda se ponen nerviosas cuando empiezan a fracasar. Incapaces de aceptar los defectos de su ideología, buscan a los demoledores, a los saboteadores, a los espías y a los traidores, a cualquier chivo expiatorio que pueda utilizarse para evitar reconocer que sus políticas son las culpables.

Esto es cierto tanto para la izquierda actual como para sus antepasados intelectuales. El liberalismo no ha conseguido eliminar la desigualdad en Estados Unidos a pesar de haber desestabilizado todos los aspectos de la vida estadounidense y de haber gastado billones de dólares. En lugar de proporcionar riqueza universal, el liberalismo ha dado lugar a paisajes infernales de personas sin hogar, escuelas públicas fracasadas, barrios destruidos y familias desintegradas. Es imposible encontrar las causas dentro del liberalismo. La caza de brujas para erradicar el «sexismo» y el «racismo sistémico» ha sacudido una y otra vez a los gobiernos de las grandes ciudades, las instituciones privadas, los medios de comunicación de élite y las organizaciones sin ánimo de lucro de izquierdas. A menudo bastan declaraciones de hace décadas y frases erróneas para poner fin a una carrera, y a veces se necesita incluso menos. Los liberales se han lanzado a la guerra contra la policía en lugar de enfrentarse a la realidad de que los estadounidenses de raza negra son más propensos a cometer delitos que otros grupos. Prefieren encarcelar a los policías decentes y aterrorizar a millones de estadounidenses antes que reconocer la realidad que tienen delante de sus ojos.

El segundo motivo de la continua escalada terrorista de la izquierda es más fundamental: mantener el poder. «El terror son las crueldades innecesarias perpetradas por hombres aterrorizados», afirmó el colega de Marx, Friedrich Engels. La izquierda es naturalmente desagradable, pero cuando se enfrenta a la perspectiva de una verdadera pérdida, estalla en furia. El intento de asesinato de Lenin y la Guerra Civil rusa fueron los puntos de inflexión para los bolcheviques. La elección de Donald Trump fue un momento decisivo para el Imperio Americano Globalista. En lugar de aceptar un resultado que podría conducir a su desaparición, el imperio contraatacó.

¿Cómo será el futuro de Estados Unidos? Esperemos que nunca llegue a ser tan malo como lo fue en los anteriores estados liberales fallidos. Sin embargo, esta administración ya ha condenado a un oficial de policía por salvar la vida de alguien. Este es un régimen que quiere encarcelar a un joven por el resto de su vida por defender a su pueblo contra una multitud violenta. Este es un régimen que incita a la guerra en Ucrania para evitar conceder la derrota en unas elecciones. Este es un programa que separa a los jóvenes de sus padres para ponerles píldoras hormonales y mutilarles los genitales.

Esta tiranía nunca, jamás, mostrará clemencia voluntariamente. Se volverá cada vez más opresiva y severa hasta que llegue a su fin o se estrelle. La parte más aterradora está aún por llegar.

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Similarities Between Lenin’s Red Terror And America’s Woke Culture