La gente ha sido condicionada a través de la propaganda masiva del Foro Económico Mundial (FEM) y la Fundación Rockefeller hasta el punto de que muchos no pueden detectar la diferencia entre la verdad y la mentira. Y si lo hacen, es más probable que crean las mentiras difundidas por los medios de comunicación bajo el control de las élites mundiales.
En este caótico mundo al revés, la injusticia es justicia, la guerra es paz y el bien y el mal son reversibles a voluntad. Esta forma de pensar lleva décadas, pero en dosis mayoritariamente ignoradas que muchos se permiten mantener en sus zonas de confort si el asunto no les afecta directamente.
La acogida de refugiados es un ejemplo de cómo se puede distorsionar la percepción. Las islas del Mediterráneo, por ejemplo, han sido invadidas por refugiados a lo largo del tiempo, con muchos africanos y asiáticos huyendo de sus propios hogares. Sin embargo, por el color de su piel, han sido discriminados y han permanecido en la pobreza, mendigando y siendo expulsados de hoteles y restaurantes. Incluso los policías les impiden mendigar en las calles.
Sin embargo, cuando los ucranianos de piel blanca huyeron después de que Rusia atacara su país, los «refugiados» ucranianos fueron considerados prioritarios, y los hoteles de algunas ciudades europeas anunciaron su apoyo.
Apenas tres días después del ataque de Rusia a Ucrania, el canciller alemán Olaf Scholz dijo en una declaración que «marca un punto de inflexión en la historia de nuestro continente».
Scholz fustigó la sangre fría y la crueldad del Presidente ruso Vladimir Putin por su guerra de agresión, que, según él, no puede justificarse. Sin embargo, no hizo las mismas proclamas sobre las invasiones de Estados Unidos a Siria, Irán, Pakistán, Cuba, Venezuela y otros países. (Relacionado: El Foro Económico Mundial busca el control absoluto de las poblaciones del mundo, exige la consolidación del poder).
Guerras, hambrunas, digitalización
La Fundación Rockefeller ha predicho la escasez de alimentos hace más de 10 años, lo que significa que lo que pueda suceder en los próximos 12 a 24 meses no puede ser causado sólo por Rusia. Esto es parte del plan de la cábala para crear miedo y miseria y avanzar en su agenda del Gran Reajuste.
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Por supuesto, la definición pública de la iniciativa Great Reset no expresa eventos de muerte masiva. El sitio web del FEM insiste en que simplemente tiene un conjunto de dimensiones a construir y «un nuevo contrato social que honra la dignidad de cada ser humano». Las élites mundiales también afirman que utilizan su plataforma para «la colaboración y la cooperación informadas entre todas las partes interesadas», que, según ellos, tiene un historial de éxitos en más de cinco décadas.
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«El Foro ofrece ahora su experiencia en la construcción de comunidades impulsadas por el propósito al servicio del extraordinario desafío y la oportunidad que enfrenta el mundo para un Gran Restablecimiento. El Foro ofrece una plataforma sin parangón para crear, dar forma y ofrecer soluciones colaborativas para el futuro», afirmaron las élites mundiales.
Queda por ver si este «futuro» es para el bien de la humanidad o sólo para ellos. Al fin y al cabo, la Fundación Rockefeller y el FEM han estado forzando las vacunaciones sin explicar claramente qué contienen las vacunas, aunque se ha demostrado que las vacunas COVID-19 forman parte de la agenda eugenésica masiva planeada desde hace tiempo.
Esto es similar a la erradicación de los «comedores inútiles», como el principal asesor de Klaus Schwab, Yuval Noah Harari, llamó a las personas «no aptas» de hoy.
Además, la mayoría de la gente es ajena a lo que está por venir: las duras restricciones, los mandatos y la eliminación de los derechos humanos y las libertades personales, entre otras cosas.
La digitalización tiene muchas formas, pero la más nefasta es el uso de los códigos de respuesta rápida o QR, que pueden almacenar hasta más de 30.000 datos sobre las personas. Su expansión potencial no tiene límites.
Los códigos QR pueden utilizarse para digitalizar el dinero y todas las transacciones, incluidas las compras, los pagos, los viajes, los contratos de servicios e incluso los historiales médicos. Esta es una forma de optogenética de control total del cerebro que muchos creen que las élites utilizarán para convertir a los «comedores inútiles» en nada más que bienes comunes que existen puramente para su beneficio.
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FUENTE
Mary Villareal
cybermedios.org 