Las letras «DEI» representan diversidad, equidad e inclusión, que es el mantra de la América corporativa y política actual.
Suena bien. ¿A quién no le gusta la diversidad de experiencias y conversaciones? ¿Quién no apoya la equidad? ¿Y qué tiene de malo la inclusión de individuos en grupos e instituciones más grandes?
El problema es que ninguna de estas palabras se usa con sentido común. Se usan al estilo orwelliano para significar casi sus opuestos exactos.
En su novela Mil novecientos ochenta y cuatro , Orwell escribió el eslogan del partido político del Gran Hermano como LA GUERRA ES PAZ. LIBERTAD ES ESCLAVITUD. IGNORANCIA ES FUERZA.
Los impulsores de DEI de hoy en día han enorgullecido a Orwell. La diversidad significa uniformidad de pensamiento y práctica a lo largo de líneas ideológicas y políticas. Equidad no significa igualdad de oportunidades. Significa igualdad de resultado, lo que implica perjudicar a los más talentosos y quitarle a los más productivos para dar limosna a los más vagos y menos motivados.
La inclusión significa la exclusión de los blancos de los dormitorios de los negros, la exclusión de oradores impopulares de los lugares públicos y la exclusión de ideas que difieren de una ortodoxia políticamente rígida. La agenda de pensamiento de DEI está siendo aplicada por ejércitos de inspectores y oficiales de cumplimiento que lo despedirán, lo degradarán y lo denigrarán frente a sus pares si se desvía de su control de pensamiento.
FUENTE
cybermedios.org 