La noche despertó con una cascada de colores, intento acercarme a la luz que se cuela entre las hojas y de tres zancadas me hundo en el suelo viscoso. Las ramas han cambiado a extremidades viscosas, a manos mutiladas que se esfuerzan por atraparme; tengo la impresión de penetrar un pulpo. En un instante los tentáculos ya han rodeado mis piernas, sólo dejarán rodajas…
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Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, 20 de julio de 2012
(Fecha original de publicación: 20 de enero de 2012)
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