Narcoméxico Cyberpunk VII: Holocausto Xochimilco

La fila de autos vacíos estacionados en las calles era inmensa, el último convoy de camionetas de sicarios tuvo que transitar por la banqueta para poder llegar al embarcadero.

Descendieron de los vehículos y se quitaron sus trajes de exoesqueleto, saberse los últimos habitantes del mundo les orilló a aspirar con mayor vehemencia el aire fresco y fijarse por última vez en todos los colores de la noche.

Después, caminaron entre restos de brazos, cabezas, ropa y periódicos para llegar a la orilla del lago; se despojaron de sus rayos electroluminiscentes y lentamente, formados y en completo silencio, fueron descendiendo uno a uno al agua hasta quedar completamente cubiertos por los lirios verdosos. Pronto, sus pulmones estallaron ante tanto líquido.

En la superficie, las aguas finalmente se aquietaron y el embarcadero quedó en el más absoluto de los silencios. A lo lejos, la luz de las estrellas inundaba la noche.

Doctor Jorge Alberto Lizama Mendoza, 20 de julio de 2012

(Fecha original de publicación de este post: 4 de septiembre de 2010)