Hasta mil millones de propietarios de teléfonos móviles en todo el mundo no podrán utilizar el sistema de teléfonos inteligentes propuesto por Apple y Google para rastrear si han entrado en contacto con personas infectadas con el coronavirus, según estiman los investigadores de la industria.
La cifra incluye a muchas personas pobres y de edad avanzada -que también se encuentran entre las más vulnerables a COVID-19-, lo que demuestra una “brecha digital” dentro de un sistema que las dos empresas tecnológicas han diseñado para llegar al mayor número posible de personas, protegiendo al mismo tiempo la privacidad de los individuos.
Los iPhones de Apple y los dispositivos que funcionan con el sistema operativo Android de Google representan actualmente la gran mayoría de los 3.500 millones de teléfonos inteligentes que se estima están en uso activo en todo el mundo hoy en día. Esto proporciona una enorme red potencial para rastrear la infección, con encuestas que sugieren un amplio apoyo público para la idea.
Los dos rivales están colaborando para desarrollar un sistema de rastreo de contactos para su lanzamiento el próximo mes.
Sin embargo, su esquema se basa en chips y software inalámbricos específicos que faltan en cientos de millones de teléfonos inteligentes que todavía se utilizan activamente, en particular los que se lanzaron hace más de cinco años.
“La limitación tecnológica subyacente estriba en el hecho de que todavía hay algunos teléfonos en uso que no tienen el Bluetooth necesario o el último sistema operativo”, dijo Ben Wood, analista de CCS Insight. “Si usted está en un grupo desfavorecido y tiene un dispositivo antiguo o un teléfono con funciones [básicas], se perderá los beneficios que esta aplicación podría ofrecer potencialmente”.
El tipo particular de chips de “baja energía” Bluetooth que se utilizan para detectar la proximidad entre dispositivos sin agotar la batería del teléfono está ausente en una cuarta parte de los teléfonos inteligentes que se utilizan activamente en todo el mundo hoy en día, según los analistas de Counterpoint Research. Otros 1.500 millones de personas todavía usan teléfonos básicos o “con funciones” que no funcionan con iOS o Android.
“En total, cerca de 2.000 millones [de usuarios de móviles] no se beneficiarán de esta iniciativa a nivel mundial”, dijo Neil Shah, analista de Counterpoint. “Y la mayoría de estos usuarios con dispositivos incompatibles provienen del segmento de menores ingresos o del segmento de mayores, que en realidad son más vulnerables al virus”.
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